El caso de los alimentos almacenados agitó las versiones de más renuncias en el Ministerio de Capital Humano
La información que se conoció el miércoles pasad...
La información que se conoció el miércoles pasado sobre las más de cinco mil toneladas de alimentos almacenados en uno de los galpones de Capital Humano alimentó el clima de rumores, incomodidad e incertidumbre sobre un área desafiado por diversos frentes. Se habla muy abiertamente de la posible renuncia de funcionarios clave.
El manejo de las políticas alimentarias es el motivo central detrás de la espiralización, aunque no el único. Parada sobre las irregularidades detectadas durante la gestión anterior –muchas de las cuales fueron llevadas a la Justicia– la cartera que conduce la ministra Sandra Pettovello impulsa un cambio en el esquema de asistencia que frenó el reparto de mercadería en los comedores comunitarios.
La reconfiguración del sistema, todavía incipiente, le valió al Gobierno una secuencia de movilizaciones en su contra por parte de las distintas organizaciones sociales desde el inicio de gestión. También hay desconcierto dentro de la propia Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia que comanda Pablo De la Torre, máximo responsable del área social, algunos de los cuales, en desacuerdo con la política alimentaria, se alejaron de sus funciones antes de ser designados.
Algunas fuentes señalan que éste es el principal contrapunto entre la ministra Pettovello –intransigente con su política contra la “intermediación”–, y De la Torre, hermano de Joaquín de la Torre, el exintendente de San Miguel, la cantera política de la secretaría. “No podes dejar de repartir alimentos”, desliza una fuente que conoce el pensamiento de De la Torre, que confirma que los últimos sucesos reflotaron las diferencias entre la ministra y el secretario, asordinadas –aunque cada vez menos– por las voces oficiales.
Entre hoy y mañana, la ministra y el secretario conversarán para ver si la gestión puede reencauzarse. “Pablo no tiene el control del tablero”, se queja alguien de su entorno. El reclamo tuvo una escenificación temprana: ante una de las muchas manifestaciones que se dieron frente a las oficinas del ministerio en el barrio de Retiro, fue la propia ministra le puso el cuerpo al tema alimentario al afirmar que atendería de a uno quienes tuvieran hambre. Otra fuente, más ligada a la gestión, relativiza la diferencias y las atribuye a una cuestión de tiempo. “Comparten el camino, solo que Sandra aceleró los tiempos”, minimiza.
La información que reavivó las fricciones en la megacartera surge de un pedido de acceso a la información que realizó El Destape, en el cual se pedía precisiones sobre la cantidad de alimentos que el ministerio tenía almacenado en los depósitos. Más allá de la cantidad -que despertó la controversia y avivó los rumores-, lo llamativo fue que la respuesta oficial lleva la firma de Héctor Calvente, un incondicional de De la Torre, quien fue rueda de auxilio en estos cinco meses de gestión y finalmente fue nombrado como subsecretario de Políticas Sociales. “No hay nada que esconder”, justifican en la secretaría, en alusión a la respuesta que expuso al ministerio y motivó respuestas inconexas del Gobierno.
A partir de la controversia que generó el reconocimiento del oficialismo, la presión sobre la cartera que conduce Pettovello se intensificó. Dos reclamos se sucedieron frente a uno de los depósitos que guarda parte de esta mercadería, reservada, esgrimió el Gobierno, para “emergencias” y “catástrofes”.
Una de estas manifestaciones fue encabezada por el dirigente social Juan Grabois, quien denunció en las últimas horas que entre los alimentos almacenados hay cerca de 440 mil kilos de leche en polvo próximos a vencerse (el 30/7/2024). La información que dio a conocer el líder del MTE es oficial y se desprende de la denuncia que efectuó contra la ministra Pettovello por incumplimiento en los deberes de funcionario público. En el marco de esa misma causa, el juez federal Sebastián Casanello intimó al Gobierno a que presentara un plan para repartir los alimentos dentro del plazo de las 72 horas. “El gobierno ya entró en desobediencia formalmente hoy a las 13.30hs”, remarcan cerca de Grabois.
Según la información oficial ingresada por el gobierno nacional a la causa por incumplimiento de deberes de funcionario en la que está imputada Pettovello, hay en los galpones del gobierno no cinco sino seis mil toneladas de alimentos; para colmo hay 339.867 kg de leche en polvo… pic.twitter.com/JrjmNm39LX
— Juan Grabois (@JuanGrabois) May 30, 2024A la par de la escalada judicial, se escucharon voces que alertaban por la situación social y pedían por la reactivación del reparto de alimentos. La Iglesia, por caso, se expresó en ese sentido en más de una oportunidad, la última de ellas fue este lunes. “Dios quiera que rápidamente se abran esos depósitos para que los hermanos con tantísimas necesidades puedan disfrutar de su alimento diario”, indicó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea.
El ruido interno, sin embargo, no proviene solo del frente alimentario. Este medio reveló el 13 de mayo que, ante la demora en las designaciones oficiales, muchos de los funcionarios que trabajan en la diaria dentro de la cartera de Pettovello son contratados a través de un mecanismo externo: el ministerio fondea a la Organización de Estados Iberoamericano (OEI) para que sea esta y no el Estado quien realice las contrataciones, un sistema que quedó rodeado de controversia. Fuentes del Gobierno confirmaron que Capital Humano inició un sumario administrativo por este tema y lo giró a la Oficina Anticorrupción.
Sobre esta problemática puntual surge el nombre de Federico Fernández, director administrativo dentro de la secretaría que conduce De la Torre. Algunos señalan que su situación es “endeble”. Es que la secretaría atraviesa sus horas más incómodas. “Cualquiera puede ser fusible”, resume una fuente del Gobierno.