En cada una de sus apariciones públicas, Rania sabe lo que es dar una lección de estilo. Y la celebración de un nuevo aniversario de la independencia de Jordania no fue la excepción.

El sábado 25, la sobria ceremonia –en la que se entregaron medallas en reconocimiento a los logros de los ciudadanos en materias de agricultura, medicina, cine, educación, voluntariado y economía, entre otros– se llevó a cabo en el Palacio Al Husseiniya, en Amán, donde estuvieron presentes el rey Abdalá II, la Reina y el menor de sus hijos, el príncipe Hashem. Los otros tres herederos de la pareja real no fueron de la partida.

En esta ocasión, Rania estrenó un vestido-capa de Solace London. Un diseño de cuello redondo y manga larga (modelo “Lydia”, que tiene un precio de 625 euros), al que le sumó un cinturón con detalle de metal labrado, unos stilettos Manolo Blahnik y unos pendientes de brillantes con una piedra morada en forma de lágrima.