El desierto de Atacama, en Chile, abarca una importante franja de la superficie continental de ese país. Es uno de los dos desiertos más áridos del mundo, con zonas en las que es posible que no llueva en cuatro siglos. Asimismo, es el mejor sitio del planeta para la observación astronómica, por su altitud y escasa humedad, lo que propicia que siempre haya cielos despejados, sin interferencia visual. Pero también alberga el yacimiento de salmuera de litio más extenso del mundo. Esto hace que su singularidad se torne problemática: en la extracción de litio son afectadas las reservas de agua, lo que repercute de forma negativa a todo el ecosistema de la región, poniendo en peligro la provisión de agua dulce de sus habitantes. Así como este caballo tiene tan solo un pequeño refugio para protegerse del sol en la inmensidad del desierto, la vida allí depende de un frágil equilibrio que fácilmente podría romperse.