Generales Escuchar artículo

Reseña: Algas, de Miek Zwanborn

La reciente expedición de investigadores del Conicet al talud de la profundidad submarina frente a Mar del Plata puso en imágenes el desconocimiento, y el consiguiente asombro, de un mundo menos ...

La reciente expedición de investigadores del Conicet al talud de la profundidad submarina frente a Mar del Plata puso en imágenes el desconocimiento, y el consiguiente asombro, de un mundo menos explorado que la superficie lunar. Tanto se ha buscado la vida en otros planetas para saciar la soledad cósmica que una parte de la humanidad olvidó que hay aquí nomás millones de especies vivas, parientes lejanos del Homo sapiens, que todavía se desconocen prolijamente. Entre lo que no se sabe, o se conoce de oídas de ese planeta dentro del planeta está el fabuloso mundo de las algas: un enorme cosmos vegetal hecho de aparente fragilidad, con una antigüedad de 1700 millones de años y enorme diversidad.

A saciar esa falta se dedica la artista visual holandesa Miek Zwamborn (1974) en este libro Algas, que mezcla información científica y buena divulgación con dibujos, experiencias personales, poemas y hasta recetas que incluyen algas. Así, Zwamborn informa de las diez mil especies diferentes, algunas con cualidades singulares como para sobrevivir a condiciones extremas, por ausencia o exceso de luz solar, acidez o marea baja, sean pardas, rojas, negras.

En ese conjunto, quizá una de las formas más célebres que han tomado las algas, cuando son colección, es el sargazo. Flagelo en las costas caribeñas por el exceso de nutrientes que la producción agrícola termina por dejar en el mar, esa pradera de algas, como la bautizó Ovidio, ya cautivó la imaginación de los primeros navegantes europeos que hicieron el trayecto por el Atlántico Norte. “El mar de los sargazos” es la referencia para ese mar calmo y en el que casi no hay desplazamiento por la cantidad de vegetación.

Las algas son también el posible origen de algunos de los monstruos marinos que los aventureros exhaustos y mal alimentados alucinaban en viajes eternos: ven una bestia inmensa de 30 metros de largo, un capitán osado le clava un puñal y no era más que un conjunto de algas cubierto de caracoles y otros pequeños seres marinos.

Un penúltimo dato que aporta con detalle Zwamborn está relacionado con la contribución alimentaria que pueden dar las algas tanto para consumo humano como para ganado, con el beneficio inestimable de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de vacas y otros rumiantes por el pienso convencional.

El último es que las algas ya lograron salir al espacio: se las llevó a la Estación Espacial Internacional con la idea de que pueden soportar las condiciones de radiación que prácticamente impiden otras formas de vida. Y sí: sobrevivieron sin trajes espaciales, así que es probable que pronto lleguen a Marte y formen parte acaso de alguna forma de colonización del planeta rojo. Una muestra de que la fragilidad, como tantas veces, es solo aparente.

Algas

Por Miek Zwamborn

Adriana Hidalgo

Trad.: P. Scott

204 páginas

$ 28.000

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/ideas/resena-algas-de-miek-zwanborn-nid20092025/

Comentarios
Volver arriba