Tensión en Medio Oriente: qué consecuencias tiene el conflicto sobre la economía argentina
Poco más de 12.300 kilómetros separan a Buenos Aires de Beirut, la capital del Líbano. La ciudad fue ...
Poco más de 12.300 kilómetros separan a Buenos Aires de Beirut, la capital del Líbano. La ciudad fue blanco de operaciones militares de Israel, que hoy recibió como respuesta un ataque de misiles por parte de Irán. Y más allá de la distancia, la creciente tensión bélica en Medio Oriente puede tener consecuencias sobre la economía argentina.
El foco más directo es el vinculado con la energía. Tras la escalada bélica en la región, y la disparada de 200 cohetes desde Irán sobre Israel, se registró en el mercado internacional una suba en el precio internacional del petróleo. Hoy, el barril Brent, una de las referencias del sector, muestra una suba del 2,5% y cotiza por encima de US$73. La misma dinámica se registra en los futuros del petróleo, con alzas algunos puntos superiores.
Si bien se trata de rebotes de algunos puntos porcentuales, en el mercado internacional siguen de cerca la evolución del conflicto bélico. El Brent había caído casi un 9% en el último mes, en una tendencia que incluso había motivado a la conducción de YPF de aplicar una baja en el precio de venta de los surtidores locales. Sin embargo, una intensificación de los ataques en la región puso en alerta a analistas, por un movimiento que podría afectar el suministro o el transporte de hidrocarburos en esa región.
Y si bien la suba en el precio internacional podría también generar un efecto incremental para las exportaciones de crudo argentinas, que supondrían un mayor ingreso de dólares, la consecuencia negativa se trasladaría al precio de venta de los combustibles y afectar negativamente en la inflación, una de las prioridades del Gobierno.
A su vez, la creciente tensión bélica en Medio Oriente, que convoca también a los Estados Unidos, aliado de Israel, se refleja en el movimiento de las principales bolsas del mundo. Desde ayer, las acciones en las plazas europeas y en Wall Street operan en rojo, con caídas en las cotizaciones de las acciones y los índices bursátiles. Ayer, por caso, el índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 0,4%, invirtiendo su tendencia tras subir hasta un 0,5% durante la jornada.
En Wall Street, por su parte, hoy registran caídas el Nasdaq 100 (1,1%), que registra el movimiento de las 100 principales empresas tecnológicas, y el S&P 500 (0,6%), que refleja la dinámica de las mayores compañías de esa plaza. En ese contexto adverso, caía algunos puntos el rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, en un movimiento que refleja mayor demanda de los capitales internacionales por activos considerados “refugios seguros”.
Esa dinámica, aunque marginal, representa un escenario algo más adverso para la Argentina. En un contexto de mayor volatilidad en el mercado financiero internacional, se reduce el flujo de capitales hacia mercados emergentes o de mayor riesgo, como los latinoamericanos, con mayor búsqueda de cobertura en activos más seguros, como los bonos estadounidenses.
De todas maneras, los indicadores locales muestran, al menos en el corto plazo, una dinámica más condicionada por factores internos, con un riesgo país que ronda los 1300 puntos y refleja que los mercados financieros internacionales están virtualmente cerrados para la Argentina. La baja de este indicador en las últimas semanas, en simultáneo a una baja de los dólares paralelos y una compresión de la brecha cambiaria, está vinculada con el ingreso de divisas al país en el marco del blanqueo de capitales que se creó en la Ley Bases. En efecto, los depósitos en dólares dentro del sistema financiero local crecieron en el último mes en más de US$10.000 millones.