“Cuando nos vamos de vacaciones, nos encanta llegar a esos lugares soñados hechos con piedra, madera y techos de paja. Ese espíritu fue el que quisimos traer a esta casa”, nos contaron el arquitecto Christian Boix Mansilla y su mujer, la conocida interiorista Sol Palou, hablando de su quinto proyecto en el exclusivo barrio Azzurra de Pilar.

Calidez de hogar

La casa de 250m2 se construyó con una premisa clara: que cada espacio invite a conectarse con la calma. Es por esto, que la propuesta arquitectónica y de interiorismo dialoga con un estilo costero relajado.

“Queríamos que la puerta se destacara. Nos parece clave que te reciba una con mucha presencia. En esto como en todo, creemos que la elección de los materiales y su combinación es lo que más llama la atención de este proyecto”.

Encendido o no, el hogar es el gran imán del living. Tiene un gran marco de bordes redondeados que le da un aire primitivo y artesanal.

Ambientes pensados

“Cuando hacés una casa para vender, sin un cliente concreto, imaginar quién la va a vivir te guía durante el proceso”, dice Boix Mansilla. “Por lo menos, a Sol y a mí nos funciona ese ejercicio para darle fuerza a los proyectos: así, cada decisión -funcional o estética- se carga de sentido”, comparte sobre la familia que tuvieron en mente para concretar su diseño".

“Nos enfocamos mucho en el comedor diario y la cocina. Si casi siempre son el lugar donde se suele pasar más tiempo, ¿por qué no potenciarlos?”.

La campana tiene el mismo estilo que la chimenea del living. Dos fuegos que hablan el mismo idioma.

Curvas de onda

La casa incorpora una de las últimas tendencias en diseño de interiores, las curvas suaves. Están en la mesada de mármol de la cocina, la campana, la chimenea, la arcada que conecta la cocina con el comedor formal y en ciertas piezas del mobiliario seleccionado y curado por Sol Palou.

La luz natural fue el eje del diseño. “La casa fue planteada para abrirse al norte, creando un patio que se vive desde la cocina, el comedor y el living”.

Imaginando una vida familiar relajada y cálida, predominan los tonos tierra y las texturas, no solo en las telas, sino también en el estucado de varios sectores.

Para los pisos, exteriores e interiores, buscaron la practidad del porcelanato pero con un acabado que imita la piedra con fidelidad.

Nuevamente las curvas en la base de la barra y el hierro pintado de un color sutil: un visón sutil que va genial con la piedra y la madera en lugar de la clásica puerta-guillotina negra.

La planta alta

Al dormitorio principal se lo pintó con estucado veneciano, aportándole rusticidad y color.

“Los materiales elegidos transmiten relajación. Nos gusta proponer la idea de vivir en nuestro mejor estado todo el año, y no solamente en las vacaciones“.

Que ninguna pared fuera blanca fue una decisión. “Todas tienen colores tierra potenciando la conexión con lo natural”. Algo similar sucede en el baño principal, donde diseñaron especialmente una bacha escultórica.

Cuarto de chicos

En este espacio, nuevamente se eligió jugar con textiles rayados. “Se está utilizando un montón, es última tendencia”.

Sintonía con el entorno

El team Boix Mansilla-Palou se concentró en el habitante potencial de Azzura, un barrio de 75 hectáreas con laguna natural, bosque y un arroyo, mayormente elegido por familias que buscan conectar con la naturaleza y una mejor calidad de vida. Su visión de esa vida es impecable.