El talento no tiene género
El primer panel del Capítulo 11 de Mujeres Líderes, organizado por LA NACIÓN, dejó este año como resumen una frase simple y contundente: “El talento no tiene género”. Con la conducción d...
El primer panel del Capítulo 11 de Mujeres Líderes, organizado por LA NACIÓN, dejó este año como resumen una frase simple y contundente: “El talento no tiene género”. Con la conducción de la periodista Carla Quiroga y la presencia de tres referentes del mundo corporativo, como Nadia Piskulic, de Phillip Morris; Belén Wagener, de Movistar, y Alicia Caballero, de Sequoia, la conversación alternó entre las trayectorias y experiencias personales con temas como el liderazgo, los estereotipos, el mentoring y la brecha salarial.
Consultada sobre las características del liderazgo femenino, Caballero no dudó: la empatía. “En general las mujeres somos más empáticas. Para mí, liderar es tratar de sacar lo mejor de cada uno y acompañar en un proceso de crecimiento, impulsar ese crecimiento. La vida es una combinación de crecimiento interior, pero también de circunstancias externas, de oportunidades que se abren”, dijo la socia fundadora de Sequoia.
Claro que muchas veces las trayectorias laborales de las mujeres se deben enfrentar a distintos estereotipos, especialmente en ámbitos y trabajos con un fuerte sesgo masculino. “En un mundo mayormente masculino, como el de operaciones, una tiene que demostrar que está a la altura de las circunstancias, y creo que esa es una situación por la que muchos hombres no pasan”, señaló al respecto Piskulic, ingeniera y directora de Distribución y Ventas de Phillip Morris Argentina.
“Lo que hay que demostrar es que el talento no tiene género”, afirmó por su parte Wagener, gerenta de Compliance de Movistar Argentina.
Desde sus roles en las empresas, las tres ejecutivas coincidieron en la importancia de promover distintas políticas que fomenten la igualdad de género, como que a misma posición se cobre el mismo salario o que sea cada familia la que decida cómo implementar las licencias por maternidad y paternidad. “Hubo un momento en la vida en que las mujeres sentíamos que teníamos que elegir entre ser buenas madres o ser buenas profesionales, algo que en Phillip Morris intentamos transformar desde la mirada organizacional y con políticas muy concretas”, contó Piskulic.
Para Caballero hay un tema clave y poco explorado, la relación de las mujeres con el patrimonio, sobre el cual está escribiendo un libro. “Me di cuenta que la academia y los organismos multilaterales ponían mucho énfasis en la corrección de la brecha salarial, pero hablaban muy poco de la relación de la mujer con el patrimonio. Y se trata de una relación siempre incómoda, esquiva, donde pareciera que a la mujer le da miedo plantarse dentro de su familia para manejar su patrimonio. En muchos casos, parejas, hermanos o padres se apropian de ese manejo. He estado con muchas mujeres que incluso llegaron al manejo de sus empresas sin tener idea de qué les correspondía, de qué era mejor para ellas”, relató la economista.
Del mentoring al autoconocimientoCuando se habla de liderazgo, en estos tiempos, es imposible no hacer mención al mentoring, una herramienta súper valiosa que se convirtió en un must dentro de las organizaciones.
“Creo que se trata de algo muy importante tanto para la mentoreada como para el mentor, porque se genera una retroalimentación. Es un proceso donde guiás a la persona, no es para imponer ni juzgar. Y es algo que no se agota en el tiempo, no hay edad”, opinó Piskulic.
El mentoring es una actividad que se conecta directamente con los objetivos y los sueños de cada persona, que muchas veces van cambiando a medida que se van cumpliendo distintas metas. “Para mí es clave el tema del autoconocimiento. Saber cuáles son tus fortalezas, cuáles son aquellos aspectos que tenés que reforzar, cuáles son tus motivaciones, qué es lo que te mueve”, sumó Wagener. “Y liderar con valores. Creo que nosotras, las mujeres, somos referentes, tenemos siempre que fomentar el respeto y la equidad”, agregó.
“Hay una mirada humanista que en muchos casos tenemos particularmente las mujeres. Y el liderazgo es una actividad profundamente humana y, en tiempos de inteligencia artificial, creo que es muy importante preservar un espacio de comprensión del otro. Las mujeres tenemos la oportunidad de aportar ese componente profundamente humano para que no nos arrastren los algoritmos”, concluyó Caballero.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/el-talento-no-tiene-genero-nid24092025/