Habló Alfredo, la víctima de un ataque de “viudos negros” en Palermo: “Me apuntaron con un cuchillo y pensé que me moría”
Comenzó como una cena entre amigos y terminó ensangrentado sobre un colchón. ...
Comenzó como una cena entre amigos y terminó ensangrentado sobre un colchón. Así fue la noche del pasado viernes 7 para Alfredo, un psicólogo de 38 años que fue asaltado en su departamento del barrio porteño de Palermo por tres “viudos negros”. Un móvil de LN+ estuvo en el lugar de los hechos, donde la víctima reveló: “Me apuntaron con un cuchillo y pensé que me moría”.
Alfredo, victima de los viudos negros, en dialogo con LN+“Conocí a esta persona que se hacía llamar Julián Gutiérrez a través de Tinder. Tuvimos una cita pero no prosperó. Y si bien no hubo intenciones románticas, intercambiamos nuestros números y empezamos a chatear”, relató Alfredo. Unos días más tarde, el delincuente le volvió a escribir.
“Me dijo que tenía ganas de hacer algo, pero yo esa noche me iba a dormir temprano. Le comenté que estaba cocinando y tomando unas cervezas. Él me preguntó si podía pasar a saludarme y le dije que sí”, revivió la víctima. El intercambio había comenzado cerca de las ocho de la noche, pero el ladrón llegó al edificio ubicado a la altura de Fray Justo Santamaría de Oro y Paraguay, dos horas después.
Cronología de una noche fatídica
“En los videos puede verse que nos saludamos como amigos, todo normal”, comentó Alfredo, haciendo referencia a las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de su edificio. Según la víctima, hubo un detalle que le llamó la atención: como su agresor le había mencionado que no tomaba cerveza, llevó una botella de vodka.
A partir del relato del psicólogo de 38 años, la velada transcurrió con normalidad. “Cenamos y yo sólo tomé gaseosa. Él, como estaba tomando alcohol, fue muchas veces al baño y yo no, por lo cual nunca descuidé mi vaso”, detalló Alfredo.
A las 22.27 ingresa la víctima con uno de los viudos negroEl punto de inflexión llegó cerca de las dos de la madrugada cuando, en palabras de la víctima, “fui a orinar, volví a la mesa, tomé un poco de gaseosa y me quedé inconsciente. Fue como una película: un parpadeo y de pronto no sentí más nada”.
Amenazas y golpes“Cuando me desperté tenía las manos atadas. De hecho, aún tengo las marcas”, revivió Alfredo, mostrando ante la cámara de LN+ los hematomas en su piel. “Después abrí los ojos sin reacción violenta y vi a tres hombres atándome los pies con una corbata”, agregó. Ese fue el instante exacto en el que el psicólogo se dio cuenta que estaba siendo asaltado por tres “viudos negros”.
Al percatarse de que Alfredo estaba consciente, uno de los delincuentes, con una denotada agresividad, le gritó: “¿¡Qué hacés!? ¿¡Qué hacés!?“. ”Y yo, estando semidesnudo, les respondí: ¿¡qué hacen ustedes atándome en mi cama!?“, apuntó el psicólogo.
En su reconstrucción, Alfredo aclaró que la persona con la que había tenido el encuentro no era la voz cantante del robo. “Él no me miraba, solo obedecía lo que uno de ellos indicaba”, dijo la víctima y agregó: “‘es mi trabajo’ me decía el que más violento estaba de los tres”.
A las 2.42 ingresan los otros dos viudos negroA medida que el reloj avanzaba, la violencia también. “El nivel de agresión fue creciente. Después de gritar el nombre de mi vecina me dieron una piña en la sien. Entonces les dije donde tenía la plata del alquiler, porque pensé que si tenían eso, se irían. Pero no”, reconstruyó Alfredo.
Una amenaza de muerteLa virulencia del robo alcanzó su zénit cuando uno de los “viudos negros” empuñó un cuchillo. Luego de recibir un puntazo en la rodilla, Alfredo empezó a temer seriamente por su vida. Segundos más tarde, el delincuente colocó el arma blanca en dirección a su pecho.
“Lo agarró con fuerza e hizo un golpe seco, pero yo atiné a girarme y me dio en el antebrazo”, revivió Alfredo. “Entonces como no logró acuchillarme en el pecho, me insultó y dijo: ‘a vos hay que matarte’”, siguió el psicólogo. Acto seguido, el delincuente insistió y la víctima, rápida de reflejos, se puso de costado y recibió todo el filo del arma blanca sobre su muslo derecho.
A las 3.48 se retiran los tres jóvenes con los objetos robadosEn su testimonio al móvil de LN+, el hombre que logró salvar su vida en dos ocasiones en cuestión de segundos sostuvo que, en buena medida, “eso fue gracias a una cuestión divina”. “Nunca entendí el sadismo con el que actuaron”, agregó Alfredo.
El psicólogo también contó que, mientras él yacía ensangrentado y amordazado sobre su cama, los ladrones jugaban con su ropa. “Se probaban mis remeras y se preguntaban entre ellos si les quedaban bien”, relató la víctima.
Una vez que lograron robarle sus ahorros, dos celulares, una computadora, ropa y zapatillas, los “viudos negros” iniciaron la retirada. Si bien aún no fueron identificados, la víctima sostuvo que eran hombres de entre 22 y 26 años.
“Cuando terminaron se fueron haciendo chistes y a las carcajadas, una situación muy bizarra”, concluyó Alfredo.