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Elecciones 2025: Karina Milei votó custodiada por un numeroso grupo de militantes y personal de seguridad

La jornada en el Instituto Hispano Argentino Pedro Poveda comenzó puntual. A las ocho de la mañana, las mesas abrieron sin demoras ni inconvenientes. En la mesa 124, donde debía votar la secreta...

La jornada en el Instituto Hispano Argentino Pedro Poveda comenzó puntual. A las ocho de la mañana, las mesas abrieron sin demoras ni inconvenientes. En la mesa 124, donde debía votar la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, la presidenta de mesa confirmó poco antes del mediodía que ya habían votado unas 80 personas. Nada hacía prever, sin embargo, la marea mediática que estaba por irrumpir en el colegio.

Desde temprano, la puerta del establecimiento estuvo colmada de periodistas, camarógrafos y fotógrafos que aguardaban la llegada de la funcionaria. La escuela, amplia y de pasillos luminosos, se fue llenando de votantes y de personal de seguridad. Entre ellos, se destacó un grupo de al menos cinco efectivos del escuadrón antiexplosivos de la Policía, acompañados por perros entrenados que olfateaban discretamente los accesos.

A las 11.45, comenzaron a llegar los primeros agentes de la Secretaría General de la Presidencia: unos diez hombres de civil, entre policías federales y miembros de la custodia oficial. De inmediato montaron un pequeño operativo: colocaron conos naranjas, una silla y una cadena para delimitar el espacio donde debía ubicarse la prensa. “Ya bastante lío vamos a tener”, murmuró la presidenta de mesa, cuando un fotógrafo pidió mover la urna “a la otra punta” para mejorar su toma de cámara.

Mientras tanto, el clima afuera era el de un espectáculo anunciado. “Vendemos empanadas, tortas y medialunas”, gritaban las chicas del stand improvisado frente al portón de la escuela, aprovechando la multitud de curiosos que se agolpaba esperando a la hermana del Presidente. Un hombre hablaba por teléfono, con tono incrédulo: “Hay millones de fotógrafos, boludo”. Del otro lado, alguien le respondió: “Es que ya llega Karina”.

Entre los presentes se mezclaban votantes, curiosos y militantes libertarios. Un joven con una gorra azul y un sol bordado en el centro, se quejaba del foco mediático: “TN anuncia que habla Massa… menos mal que están en lo importante”. La frase arrancó risas entre los presentes.

El grupo de militantes libertarios fue creciendo con el correr de los minutos. Primero eran una decena de hombres jóvenes, luego se sumaron mujeres de mediana edad. “Este no respetó la veda”, bromeó uno de ellos al ver llegar a un compañero con una pulsera violeta, color característico de La Libertad Avanza.

Entre los presentes se destacaba un hombre de unos 40 años con un handy y un auricular, que coordinaba discretamente la posición del grupo. Vestía una remera con el logo de DOGE, el Department of Government Efficiency del Gobierno de Donald Trump, un organismo creado a instancias de Elon Musk.

Cerca de las 12.30, la tensión se transformó en euforia. Desde la esquina de Hipólito Yrigoyen y Azcuénaga, los militantes comenzaron a correr hacia un vehículo oscuro que acababa de detenerse. “¡Vamos Karina!”, gritaron al unísono cuando la funcionaria bajó del auto, sonriente, saludando a todos los que se le acercaban. Una mujer le acercó una beba para que la saludara; Karina se inclinó, le acarició la mano y siguió avanzando hacia la puerta del colegio.

“¡Hija de puta, ladrona!”, gritó una vecina desde la vereda de enfrente, la única voz disonante en una recepción dominada por aplausos y arengas.

Las puertas del colegio se cerraron de inmediato, dejando a buena parte de la prensa afuera del operativo. Dentro, el clima era de una curiosidad contenida. La hermana del Presidente se detuvo un momento para saludar a un perro que se encontraba dentro del patio de la institución y luego se ubicó en la fila, detrás de cuatro votantes.

“Siempre a la derecha”, bromeó una fiscal de mesa cuando alguien le preguntó por dónde ingresar. La ironía provocó algunas sonrisas en un ambiente dominado por la tensión de los flashes.

Entre quienes se acercaron a saludarla estuvo Alejandra Nieto, la primera concejal electa de La Libertad Avanza. “La saludé porque la conozco hace muchos años”, explicó luego a LA NACION. “Le pregunté por su madre. Nos conocemos desde hace tiempo”.

Una nueva discusión se generó entre los fotógrafos y las autoridades de mesa por la ubicación de la urna y el ángulo de las tomas. “Ya bastante lío tenemos”, insistió la presidenta, visiblemente exasperada. Pese a las restricciones, los flashes no dejaron de dispararse.

A medida que avanzaban los minutos, más personas se acercaban para pedirle fotos a la secretaria general. “Es como si la quisieran tocar”, comentó uno de los fiscales, sorprendido por el nivel de fascinación. Un niño de unos diez años, acompañado por su padre con una campera violeta, se le acercó para pedirle una foto. Ella accedió amablemente, se agachó y posó con una sonrisa.

A la salida, el mismo fervor acompañó su partida. Aplausos, gritos de aliento y alguna consigna improvisada despidieron a la funcionaria, que se retiró rodeada por su custodia, los militantes y un enjambre de cámaras que intentaban seguirla hasta la esquina. “Ya votó Karina”, se escuchó repetir entre los periodistas que transmitían en vivo.

Ella solo dijo que aguardará los resultados con cautela y manifestó su deseo de que la jornada “transcurra con calma y una buena participación ciudadana”.

Afuera, el aire quedó denso. Los militantes comenzaron a dispersarse de a poco, las empanadas volvieron a ser protagonistas y el colegio recuperó su ritmo normal. Adentro, las mesas seguían trabajando con calma, como si nada hubiera pasado.

Nadie —esta vez— escribió “3%” en el padrón junto a su nombre, como había ocurrido en la elección anterior.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/elecciones-2025-karina-milei-voto-custodiada-por-un-numeroso-anillo-de-militantes-y-personal-de-nid26102025/

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