Pensé que nadie me quería
¿Te acordás de tu infancia? Yo me sentí seguro, cuidado y querido. A los 6 años, Evelin Rolón, una joven de 28 años con la que conversamos esta semana, buscaba sentirse así, sentir es...
¿Te acordás de tu infancia? Yo me sentí seguro, cuidado y querido.
A los 6 años, Evelin Rolón, una joven de 28 años con la que conversamos esta semana, buscaba sentirse así, sentir ese amor.
Cuando tenía 6, releía una y otra vez su libro favorito, la edición escolar de El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde. Es la historia de un fantasma que, como ella a esa edad, busca que lo escuchen, que lo miren, que lo quieran.
A esa edad, Evelin estaba en un hogar de niños, separada de sus padres porque había sufrido abandono. Cuenta que leía para no extrañar y no pensar en su dura realidad. A ella la separaron de sus padres cuando tenía 5 años. Y pasó 15 años en distintos institutos, hasta que a los 20 años tuvo que empezar a arreglárselas sola.
Ella es Evelín:
El Estado, el juez que llevó su caso, no evaluó ayudar a sus tías para que viviera con ellas ni promovió su adopción.
Como ella, miles de chicos y chicas crecen hoy en instituciones convivenciales de Argentina. Aunque la ley dice que deberían estar allí solo 180 días, Evelin pasó 15 años.
Quienes crecen en estos contextos cargan con un peso emocional inmenso. “A los chicos y chicas que crecimos en hogares nos queda siempre la sensación de que nadie en nuestras familias nos quería o que algo habíamos hecho mal”, nos confiesa Evelin.
Pero Evelin, que hoy es parte del colectivo Guía Egreso, un colectivo de jóvenes que vivieron en hogares hasta que cumplieron la mayoría de edad, no se quedó en el dolor. Tras vivir traslados reiterados que acentúan el desarraigo de afectos, ella entendió que la falla no era suya ni de su familia, sino del Estado. “Hoy sé que fue el sistema el que funcionó mal: no siempre ese sistema necesita alejarnos de toda la familia y de las personas que conocemos”.
Su historia es un reflejo de lo que viven los cerca de 9.000 niños, niñas y adolescentes institucionalizados en el país, y nos obliga a preguntar: ¿Estamos haciendo lo suficiente para que estos chicos no se queden solos? ¿Estamos haciendo lo suficiente para que estos chicos crezcan en familia?
Evelin logró salir adelante: está terminando la licenciatura en administración y gestión de empresas en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela. Y desde hace cinco años trabaja en Accenture, en el área de recursos humanos. Alquila un departamento en Quilmes, pero el vacío de esos años no desaparece: “Hay muchos días en los que necesito el abrazo de una mamá que me diga: ‘estás haciendo las cosas bien’. No sé si en algún momento dejé de extrañar a mi familia”.
Te invitamos a sumergirte en la historia completa de Evelin, su lucha por la autonomía y su poderosa voz para transformar el sistema de cuidados en esta nota que escribió la periodista Paula Soler.
Que tengas un gran fin de semana
Saludos,
Javier
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/newsletters/comunidad/pense-que-nadie-me-queria-nid15112025/